lunes, 24 de noviembre de 2014

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¿Quienes somos?

Somos alumnos de la Universidad de Lima. Este blog está destinado al tema del cartelismo político soviético como parte del curso de Historia de la Comunicación.

¿Qué encontrarás aquí?

Encontrarás información recopilada de fuentes visuales y escritas sobre el cartelismo político soviético. Los temas van desde una pequeña introducción al tema y panorama general de orígen hasta los conflictos armados más recientes que utilizaron el cartelismo como método de imposición y preservación ideológica.

Además encontrarás una amplia galería de imágenes pertenecentes a la colección de carteles políticos del siglo XX.

Capítulo 1: Breve revisión del cartelismo político

Definición y características del cartel político

El cartel es un medio masivo (soporte de la publicidad) empleado con el fin de difundir una información, promocionar un bien o evento, promover una ideología, entre otras causas. En él la información gráfica predomina sobre el texto y el mensaje debe ser breve pero llamativo. En el caso específico del cartel político, éste tiene como finalidad difundir y propagar una determinada ideología o pensamiento de manera sencilla y su público objetivo, a lo largo de la historia, han sido las masas y clases populares. Su condición de objeto gráfico en un principio fue indispensable para que la comunicación con las poblaciones analfabetas fuese efectiva; de ahí que la imagen termine predominando en todo momento sobre el texto y que el cartel disponga de un gran contenido simbólico y metafórico. Además, entran a tallar detalles secundarios, como el color (muchas veces asociado un determinado partido político), el estilo (minimalista, realista, cubista, etc.) y los íconos (personalidades, líderes, símbolos, logos) que conforman la consolidación del producto final.


FUENTE: BARNICOAT, J. (1995). Los Carteles. Su historia y su lenguaje. Barcelona: GG.

Historia del cartel político: un panorama general desde su aparición hasta nuestros día


A partir de la Primera Guerra Mundial, especialmente luego de la Revolución Rusa, nace lo que hoy conocemos como cartel político – su vertiente se denomina “cartelismo político” – pues durante estos conflictos surge por primera vez la necesidad de movilizar y manipular a las masas. Esto fue producto de que la política y sus manifestaciones habían correspondido, en su mayoría, a una pequeña élite de poder económico. De esta manera los carteles políticos instigaron la lucha de libertades por una mayor justicia social de un modo fácilmente comprensible, pues la mayoría de la población aún era analfabeta.

El desarrollo del cartel político continúa con la Revolución Rusa donde se produce una verdadera revolución en el mundo del cartel, la cual será detallada en profundidad a lo largo de esta investigación. Durante el siglo XX los carteles concentraron un propósito bélico y, artísticamente, fueron símbolo de posmodernidad. En los años correspondientes a la Primera Guerra Mundial, se hacía uso de estos con la finalidad de reclutar soldados para las tropas del ejército y llamar a la recaudación de bonos de guerra (necesarios para mantener a los soldados que se encontraban en las trincheras). En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, la finalidad principal del cartel fue politizar a las masas y alinearlas de acuerdo a una ideología; sin embargo, no se llegó a aportar nada innovador desde el punto de vista creativo. Aun así, a partir del 1945 surgen los carteles antiguerra, motivados por el cambio de opinión mundial con respecto a los enfrentamientos armados. 

Durante el periodo de la Guerra Fría, el cartel político soviético cobró protagonismo al enfrentarse directamente con el cartel americano pro capitalista. La cartelería soviética siguió cumpliendo con los objetivos de politización, o más bien, de reafirmación de ideologías. En esta etapa fue necesario impulsar a las masas a cumplir con los ideales nacionales, pues lo que se buscaba era la supremacía de una de las dos ideologías predominantes.

Actualmente la importancia del cartel político ha disminuido y su popularidad se vuelve progresivamente menor. Mucho de esto podría ser causa de razones sociológicas como lo es, por ejemplo, el desinterés creciente de los ciudadanos por la política. Sin embargo, otras razones son de talle tecnológico como la fuerza de la televisión y las nuevas formas de realizar publicidad.

FUENTES:


GARTZIA, U. (2002). Los carteles políticos. Imagen y crítica del poder. Carteles políticos del fondo de la Fundación Sancho el Sabio. Sancho el Sabio, 183-185.


LARA RUIZ-GRANADOS, P. (1997). El nacimiento del cartel político y su relación con las vanguardias. Questiones Publicitarias, 63-72.

Capítulo 2: El cartel político soviético

Primeras apariciones del cartel político soviético: Primera Guerra Mundial y Revolución Rusa

El cartel político soviético tiene su origen en la Primera Guerra Mundial. Cuando Alemania le declara la guerra a Rusia ésta se encontraba en una situación poco favorable, pues Alemania poseía una tropa adiestrada y bien lograda, mientras que el mundo soviético resultaba un blanco fácil debido a su poca preparación y organización. Rusia poseía una vasta población, pero en gran parte analfabeta; por lo cual la adaptación de carteles comerciales a carteles de talle político resultó una estrategia infalible. No sería la primera vez que los civiles vieran un cartel, pero el hecho de plasmar contenido político en él fue un aspecto que se aprovechó para educar y politizar a la población haciendo uso de un lenguaje simple y patriótico.

En esta época, el cartel soviético se encontraba impregnado de símbolos predominantes, característicos del imperialismo ruso, como águilas, escudos y emblemas heredados de la era medieval. El formato era siempre rectangular y las ilustraciones enmarcaban y delimitaban los textos, sin llegar a integrarse plenamente ambos. Temas como el alistamiento, justificación de la guerra y el poder sobre el enemigo fueron los más recurrentes en las producciones soviéticas de la Primera Guerra Mundial, cuyas repercusiones pronto se vieron reflejadas en la población.

Se realizó efectivamente la movilización de masas hacia los campos de batalla, el apoyo a las tropas por medio de los bonos de guerra y la difusión de los atroces sucesos de guerra. Este último aspecto terminó siendo negativo para la Rusia imperial, ya que la población comenzó a desinteresarse por los temas de la lucha; muy por el contrario, iniciaron las críticas contra el gobierno debido a su participación absurda de La Gran Guerra. Esto desencadenó en un conflicto interno que conllevó a la derrota del ejército soviético y posteriormente, casi inmediatamente, a lo que conocemos como Revolución Rusa.

En esta etapa se produce una verdadera revolución en el mundo del cartel, especialmente respecto al ámbito artístico. Si bien no existía una tendencia popular en el campo de la propaganda, las vanguardias dejan de estar en la oposición para liderar las transformaciones sociales. Por una parte los carteles buscaban mantener una alta moral ciudadana durante el contexto de la Guerra Civil, pero por otra era necesario alentar una conciencia de nuevas relaciones sociales en la población (como lo fue la educación de obreros y campesinos en asuntos de materia política).



Entre los grandes lineamientos que guiaron la propaganda política de esta época se encuentran: la llamada a las armas (con un uso de colores dominantes como  rojo y negro debido a su fuerte dramatismo), la exaltación de las victorias de Ejército Rojo, la necesidad de un cambio político y social (reflejando la falta de justicia del régimen actual con colores opacos que hacen alusión a un presente oscuro que debe ser transformado), la explicación del nuevo orden social (los carteles reflejan que ahora el poder está en las manos del campesino y del obrero) y la consolidación de triunfos establecidos.

"¿ya te has alistado como voluntario?"

FUENTES:

LARA RUIZ-GRANADOS, P. (1997). El nacimiento del cartel político y su relación con las vanguardias. Questiones Publicitarias, 63-72.

TREVIÑO AVELLANEDA, C. (2011). Arte y Ciudad. Recuperado el 19 de Septiembre de 2014, de Cartel ruso - soviético en el periodo leninista: http://www.arteyciudad.com/arte2o/documentos/cartelleninista.htm

El cartel político durante el periodo leninista (1917 – 1924)

Plan de propaganda monumental

El plan de propaganda monumental fue una estrategia propuesta por Lenin - llevada a cabo en 1918 - que se centró en la afirmación de que el arte visual es indispensable y fundamental para lograr difundir ideas revolucionarias a las masas. Este plan consistía en dos proyectos principales: en primer lugar, era indispensable la decoración de las fachadas de edificios, casas, y muros de acuerdo al estilo tradicional (con banderas, carteles con insignias revolucionarias, símbolos del partido, etc.) y, en segundo lugar, era necesaria la  construcción de grandes monumentos que honrasen a los líderes revolucionarios y personalidades de la ciencia y la cultura.

En este contexto, Rusia se encontraba sumergida en una gran crisis económica producto de la guerra civil, por lo que los resultados de este proyecto no fueron grandiosos a pesar de que contaron con la participaron de los más sobresalientes escultores de todas las tendencias como Andreiev, Shadr, Konenkov, Siniaiski y Merkurov. A pesar no haber cubierto sus expectativas, el plan resultó ser un modelo característico para el género socialista de relaciones entre el arte y las masas populares. Se trataba de la formación de una cultura artística cercana y comprensible por las masas y que, al mismo tiempo, recogiese toda la riqueza de las tradiciones artísticas.

Para consolidar este proceso fue necesario profundizar la conversión de un grupo significativo de los artistas más importantes a las nuevas posiciones ideológicas de apoyo a la construcción del socialismo. También fue indispensable conseguir, por todos los medios, la ilustración y la elevación espiritual del pueblo, realzando lo que se denominó “la revolución cultural”. Por otro lado, surgió la necesidad de reeducar y desarrollar espiritualmente a millones de hombres y mujeres pertenecientes a las diversas nacionalidades que habían conformado el Imperio Ruso y a diversas clases sociales que poseían un distinto grado de cultura, que en ese entonces, necesitaban se conducidas por un nuevo camino de vida.

Al término de la Guerra Civil, Rusia comenzó a reestablecer su economía y con esto se elevaron las posibilidades de lograr todos los objetivos que se habían planteado a inicios de la revolución. Para ese entonces, el arte debería de haberse convertido en arma espiritual de las masas y órgano de autoconciencia del pueblo. De este modo, la vida cotidiana de las masas se convirtió en un tema fundamental de la pintura, escultura y grabado cuyo alcance llegó hasta los carteles.

Este plan no solo incluyo la adición de esculturas y carteles en la vida cotidiana de la unión soviética, también implico retirar y  remplazar los monumentos que no tenían algún valor artístico o histórico y proteger el patrimonio ideológico plasmado en las distintas creaciones. Algunos carteles, incluso, llevaban escrito lo siguiente: “Quien quiera que arranque este cartel comete una acción antirrevolucionaria”.

FUENTES:


KURZ MUÑÓZ, J. (1991). El arte en Rusia: La era soviética. Valencia: Instituto de Historia del Arte Ruso y Soviético.

TREVIÑO AVELLANEDA, C. (2011). Arte y Ciudad. Recuperado el 19 de Septiembre de 2014, de Cartel ruso - soviético en el periodo leninista: http://www.arteyciudad.com/arte2o/documentos/cartelleninista.htm

Creación de carteles ROSTA

Los carteles ROSTA nacieron durante los años 1919 y 1921, bajo el contexto de la Guerra Civil en la Unión Soviética. Dichos carteles se diferenciaban de los tradicionales pues en ellos se presentaban diferentes cuadros de imágenes en secuencia, cada uno acompañado por un texto (en un estilo muy similar al de los actuales cómics).

R.O.S.T.A era el nombre de la Russian Telegraph Agency, la agencia estatal de noticias. A esta se le atribuye la creación de las ventanas ROSTA (nombre que adoptaron por su diseño cuadriculado) que nacieron con el propósito de relatar una historia que reflejara la situación política, económica y social de ese entonces con la cual la población obrera se sintiese identificada. Para lograr esto, muchas de las producciones contenían un lenguaje claramente coloquial que incluía el uso de malas palabras y jergas. Entre los temas que predominaron en los carteles ROSTA se encuentran la sátira del hombre capitalista como enemigo de las clases obreras, la reconstrucción económica gracias al pueblo, el impulso de la actividad industrial y la preservación de valores y vida cultural. El primer ROSTA fue creado por Cheremnykh en Moscú y posteriormente se le unieron otros artistas que también destacaron en este arte como Mayakovsky (principal exponente de este estilo) y Rodchenko; ambos considerados vanguardistas.

En un primer momento, los carteles se realizaron a mano y comprendieron un ejemplar único. Más adelante, su producción se vio acelerada con la ayuda de plantillas a máquina que permitían retratar acontecimientos recientes y realizar varias copias de estos. Al igual que los demás carteles, los ROSTA acompañaban su secuencia de imágenes con mensajes claros y sencillos que pudiesen ser fácilmente codificados por las masas. Se caracterizaron por una forma extremadamente lacónica de dibujo; los contornos, solo esbozados, de los personajes permitían rellenarlos enteramente de pintura. 

FUENTE: WARD, A. (30 de Junio de 2004). The Israel Museum. Recuperado el 19 de Septiembre de 2014, de Power to the People: Early Soviet Propaganda Posters: http://www.imj.org.il/eng/exhibitions/2004/russian/posters.html

Galería de carteles ROSTA


Cartel R.O.S.T.A anti capitalista

Los carteles R.O.S.T.A contenían un lenguaje más coloquial que los carteles tradicionales e inclusive contenían malas palabras, todo con el fin de lograr que las clases trabajasdoras se identifique más con ellos.

Rosta Window No. 583: Four posters, 1920. Por VLADIMIR V. MAYAKOVSKY



Otro R.O.S.T.A de Mayakovsky

Corrientes y artistas de vanguardia

La vanguardia rusa fue responsable de la creación de nuevos lenguajes que han influido en los carteles políticos de todo el mundo. A continuación se revisaran tres de las corrientes vanguardistas que más repercutieron en el estilo y estética de los carteles políticos soviéticos: el cubofuturismo, el suprematismo y el constructivismo.

El cubofuturismo fue un movimiento experimental que se desarrolló en la Unión Soviética durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial. Esta corriente es una fusión del cubismo, debido a la cilindrizacion de las  figuras, y del futurismo, ya que las figuras aparecen en posiciones desequilibradas y algo distorcionadas. El cubofuturismo fue importante pues otras corrientes, como el suprematismo, fueron influenciadas por él. En el año 1918 esta corriente  ya no se encontraba presente en los carteles. Algunos artistas importantes cubofuturistas fueron Maiakovski, Exter, Malévitch y Burliok.

El suprematismo fue otro movimiento artístico que surgió entre los años 1915 y 1916 fundado por el artista Malevitch. Los autores de este movimiento se enfocaron en emplear formas geométricas en la búsqueda de la representación de un mundo sin objetos y la sensibilidad a través de la abstracción geométrica. Lissitzki fue el mayor representante de la simbología de los colores y del lenguaje plástico el cual le asignaba distintas significaciones a las formas geométricas (como agresividad o violencia al triangulo, inestabilidad y delicadeza al círculo, etc.)

A pesar de su valor artístico, el suprematismo era muy abstracto para el público y, debido al gran número de analfabetismo, no fue posible que las masas comprendieran en su totalidad los mensajes que se trataban de transmitir. Es por esto que el suprematismo no logró enteramente su cometido con los carteles a pesar de haber sido un estilo popular entre ellos.

El constructivismo es una vanguardia artística que surgió paralelamente al suprematismo. Los constructivistas se dedicaron más que a nada a la elaboración de carteles callejeros luego de la revolución de octubre. Algunos de ellos se especializaron y otorgaron gran parte de su tiempo a la creación de carteles ROSTA. Esta corriente se destacó por estar netamente al servicio a la revolución.

Tatlin fue el creador de este movimiento junto con Lissitzky. Ambos fueron los cartelistas más destacados de esta corriente, también los más innovadores. Se caracterizaron por el uso formas geométricas y colores llamativos que buscaban lograr movimiento en la composición. Lissitzki inició la utilización de la fotografía y fotomontaje en sus carteles, aspecto de suma importancia dentro de la evolución artística del cartel político. Otro autor destacado fue Lavinski, quien se diferencia de Tatlin y Lissitzky por el uso nuevas texturas que buscaban crear efectos ópticos.

FUENTE: TREVIÑO AVELLANEDA, C. (2011). Arte y Ciudad. Recuperado el 19 de Septiembre de 2014, de Cartel ruso - soviético en el periodo leninista: http://www.arteyciudad.com/arte2o/documentos/cartelleninista.htm

Resurgimiento del cartel soviético durante la Segunda Guerra Mundial

Durante este periodo se desarrollaron dos tipos de carteles: el heroico y el satírico. Muy a menudo los cartelistas utilizan la confrontación directa mostrando simultáneamente la heroicidad de los soldados rusos, la grandeza de los hechos de armas, las hazañas de la retaguardia y la crueldad - tantas veces pretendida - del enemigo. El tema central se concentra en la victoria del ejército soviético que arroja de Rusia a los invasores y libera los territorios ocupados por otros países europeos.

Uno de los mejores ejemplos del llamado cartel heroico y uno de los mejores carteles de cualquier signo es “La Madre Patria”, obra de Toidzé (1941). Por otro lado, en el dominio del cartel satírico obraron con éxito los Kukriniksi; un grupo de tres artistas, autores de notables hojas, que ridiculizaban a los combatientes enemigos y a su propaganda. Los Kukriniksi hicieron del invasor extranjero un personaje caricaturizado.



Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el cartel soviético fue encaminado a contribuir a la reconstrucción del país, casi arruinado totalmente. Aun así, los carteles proclamaban la grandeza del trabajo pacífico y reflejaban todos los éxitos obtenidos en todos los dominios de la vida social y cultural. Al ser el cartel la forma más accesible de propaganda, fue objeto de una atención especial de los órganos soviéticos.

La propaganda política cubrió un amplio frente y fue el medio para educar a los obreros y campesinos en los rudimentos del conocimiento político. El arte ocupa un lugar central en la agitación cultural, política y social. Esa agitación tenía una proyección propia en la cartelística, la gráfica y diseño, la caricatura y en el grabado (géneros y destinados a las masas para una intervención directa en la vida cotidiana).

Fuente: KURZ MUÑÓZ, J. (1991). El arte en Rusia: La era soviética. Valencia: Instituto de Historia del Arte Ruso y Soviético.

Capítulo 3: El cartel soviético durante la Guerra Fría

Capítulo 3:

Un campo de batalla de papel: El cartel soviético  versus el cartel capitalista

Durante gran parte del siglo XX, la incesante amenaza de una guerra nuclear mantuvo al mundo en tensión por un periodo de más de cuarenta años (1947 – 1991). La llamada Guerra Fría es conocida como el conflicto político, económico, ideológico y cultural que enfrentó a dos bloques en su afán antagónico de establecer una ideología mundial: Estados Unidos y la Unión Soviética.

¿Cómo lograr el alcance global que ambos bloques deseaban? Ya antes el cartelismo político había demostrado ser una opción de trascendencia popular y alcance de masas, como se ha visto a lo largo de los capítulos anteriores, por lo tanto siguió siendo el medio de promoción de los ideales tanto del bloque soviético como del capitalista. Este ámbito, por lo tanto, también se podría considerar como punto de enfrentamiento indirecto entre los bloques enemigos.

La inmensurable producción de carteles que surgieron durante los años de la guerra los hizo llegar a aparentar que el poder de la imagen era superior al de la palabra. Cargados de una imaginería llena de simbolismos e infamias contra el bando opuesto, constituían en cierta manera mensajes fáciles de configurar y que exacerbaban el carácter patriótico de lo que significaba luchar por una ideología y defender el patrimonio intelectual. Y es que era una lucha evidente por aplastar con imágenes y breves frases al enemigo, creando cada vez en mayor medida los escenarios más alarmantes para la población.

Características y propósitos del cartel soviético

Dentro de las características generales que adoptaron los carteles durante este periodo se encuentran:

- Un uso aún más inteligente y simplificado de simbolismos e imágenes que requerían de un breve proceso de abstracción. Los artistas de los distintos bloques se convirtieron en verdaderos especialistas en simbologías e imágenes con doble sentido que, muchas veces, no necesitaron de un texto que las acompañe.



- El realismo artístico se estableció como el estilo por excelencia de los carteles. Este concordaba con la modernidad a la que apuntaban los ideales de guerra y significaron una imagen más cercana a la realidad.

- Entre los nuevos temas que se buscaron reflejar se encontraban la carrera espacial (retratando al bando soviético como el que contaba con mayor tecnología y lograba mayores avances) y la carrera armamentista (siempre retratando al bloque capitalista como un usuario despiadado de armamento que se resiste a abandonar el uso de violencia para resolver el conflicto).



- El resurgimiento de la temática pacifista se da con más empeño pues si bien la Guerra Fría no presentó enfrentamientos armados directos, los conflictos bélicos que estallaron dentro de ella acarrearon grandes masacres y violaciones de los derechos humanos. El mensaje de paz incluía imágenes de unidad de los pueblos soviéticos y llamados al bloque capitalista por cesar los ataques armados.

Además de contar con estas características, los carteles se realizaron con el fin de cumplir propósitos específicos:

- La caricaturización y ridiculización de los líderes del bando contrario. En muchos casos los carteles presentaban a personajes capitalistas con rasgos animales o facciones grotescas.

- Retratar al bando capitalista como el bando cruel y violento. Esta, en especial, fue una temática recurrente pues la principal idea que se buscaba difundir entre la población era la de mostrar que el bloque americano estaba dispuesto a utilizar todo tipo de armas mortales (misiles, específicamente) con tal de apoderarse del bloque soviético. Todo lo referente Estados Unidos casi siempre estaba acompañado con ilustraciones de misiles, en oposición a la temática socialista en la que predominaban las herramientas de trabajo y el progreso científico.



- Incentivar la idea del caos en caso de la victoria del bloque enemigo. Predominaban las imágenes de escenarios fatalistas y apocalípticos si el capitalismo lograra imponerse como ideología mundial.

- A diferencia de conflictos mundiales anteriores, se dejó de lado el propósito principal de reclutar civiles y se dedicó meramente a abarcar todos los aspectos de la vida cotidiana según la ideología comunista.

Fuente: HOBSBAWN, E. (1998). Historia del Siglo XX. Buenos Aires: Editorial Crítica.

DURÁN, E. (2010). Diario ABC. Recuperado el 29 de Octubre de 2014, de La caida del Bloque del Este: El gran auge de la cartelería: http://especiales.abc.es/caida-bloque-este/comunismo/cultura-comunismo.html

Capítulo 4: Influencia del cartel político soviético en la población a lo largo de la historia

Capítulo 4:

Cumpliendo su cualidad de medio difusor de ideologías y adoctrinamiento de masas, el cartel político logró inmiscuirse en la vida cotidiana de las clases populares formando parte de los lineamientos ideológicos que forjaron la anhelada mentalidad que los regímenes totalitaristas del periodo entre guerras deseaban ver en su pueblo.

En un principio su objetivo fue más que nada social, pues se necesitaba una renovación de la clase obrera con nuevos valores y principios. Es por esto que los carteles políticos se tiñeron de temas de índole social. Entre los cambios que estos fomentaron en la población se encontraron la permanencia y el valor de la familia, la educación de los niños y, muy popular entre los carteles durante la Revolución Rusa, el abandono del consumo de bebidas alcohólicas. Este tema en específico causó especial repercusión en la población pues los carteles ridiculizaban y avergonzaban a quienes lo consumían e ingeniosamente asociaban las bebidas alcohólicas al peligro que corrían los niños pequeños al cuidado de un padre que las consumía.

Una vez asegurado el campo social, los carteles comienzan a adoptar su rumbo por excelencia: el campo político. La idea de que la marcha al combate forjaba los valores de la sociedad generó un profundo sentimiento patriótico en la población y el trabajo y la producción como exponentes del pensamiento socialista movilizaron a las masas a convertirse a la labor obrera y fabril.

En general el cartel político a lo largo de la historia cumplió su objetivo: concentrar el dominio de los medios de comunicación de masas a través de un colorido e imágenes simbólicos de impacto visual. Muchos de los logros de los distintos gobiernos se dieron gracias a la acogida y recepción de la población ante los carteles, que lograron una efectiva movilización y concientización en ella.

Fuente: CLARK, T. (2000). Arte y Propaganda en el siglo XX: La imagen política en la era de la cultura de masas. Madrid.